viernes, 25 de febrero de 2011

Las tres lenguas

(Hermanos Grimm)
En Suiza vivía una vez un viejo conde que tenía sólo un hijo, que era tonto de remate e incapaz de aprender nada. Díjole el padre:
- Mira, hijo: por mucho que me esfuerzo, no logro meterte nada en la cabeza. Tendrás que marcharte de casa; te confiaré a un famoso maestro; a ver si él es más afortunado.
El muchacho fue enviado a una ciudad extranjera, y permaneció un año junto al maestro.
Transcurrido dicho tiempo, regresó a casa, y su padre le preguntó:
- ¿Qué has aprendido, hijo mío?
- Padre, he aprendido el ladrar de los perros.
- ¡Dios se apiade de nosotros! -exclamó el padre-; ¿es eso todo lo que aprendiste? Te enviaré a otra ciudad y a otro maestro.
El muchacho fue despachado allí, y estuvo otro año con otro maestro. Al volver le preguntó de nuevo el padre:
- Hijo mío, ¿qué aprendiste?
Respondió el chico:
- Padre, he aprendido lo que dicen los pájaros.
Enfadóse el conde y le dijo:
- ¡Desgraciado! Has disipado un tiempo precioso sin aprender nada. ¿No te avergüenzas de comparecer a mi presencia? Te enviaré a un tercer maestro; pero si tampoco esta vez aprendes nada, renegaré de ti.
El hijo residió otro año entero al cuidado del tercer maestro. y cuando, al regresar a su casa, le preguntó su padre:
- Hijo mío, ¿qué has aprendido? - contestó el muchacho:
- Padre, este año he aprendido el croar de las ranas.
Fuera de sí por la cólera, el padre llamó a toda la servidumbre y les dijo:
- Este hombre ha dejado de ser mi hijo; lo echo de mi casa. ¡Llevadle al bosque y dadle muerte!
Los criados se lo llevaron; pero cuando iban a cumplir la orden de matarle, sintieron compasión y lo soltaron. Cazaron un ciervo, le arrancaron la lengua y los ojos, y los presentaron al padre como prueba de obediencia.

sábado, 19 de febrero de 2011

Pachacamac

Pachacamac es una voz quechua que significa "el hacedor del Universo". Era la divinidad preincaica de la vida y creador del mundo. Sus orígenes están en la costa de Perú y se veneraba en el santuario con su mismo nombre, uno de los yacimientos arqueològicos más importantes de Perú.

Y así es el mito...

Cuando comenzó el mundo, no había comida para el primer hombre y la primera mujer que había creado el dios Pachacamac. El hombre murió de hambre y la mujer, desesperada, lloró implorando al dios Sol que le diera de comer. Entonces, el Sol bajó a la tierra y escuchó las quejas de la mujer.


Conmovido, traspasó con sus rayos a la mujer y engendró en ella a un hijo divino. La mujer tuvo el niño y era feliz, pensando que gracias al trabajo del niño ya nunca le faltaría la comida. Pero el hermano del Sol, Pachacamac, estaba furioso porque la mujer adoraba al Sol en lugar de a él, que había sido su creador, y además sentía cólera porque su hermano le había dado un hijo sin su consentimiento.


Para demostrar su poder, Pachacamac se llevó al niño y cumplió cruelmente con el deseo de la mujer de no volver a pasar hambre: mató al pequeño y plantó sus dientes en la tierra; de ellos nació el maíz, que tiene forma de dientecillos amarillos.De las costillas del niño nació la yuca, una raíz blanca como los huesos de la que se saca la harina. De la piel nació el pacay, un árbol que da frutos. Desde entonces nunca nadie más volvió a pasar hambre y los incas adoraban al bondadoso Sol, pero también a Pachacamac, el dios cruel que había cambiado una vida por su alimento.

miércoles, 16 de febrero de 2011

Llegó mi hermano

(Alicia Herreros)

Creo en angelitos
que duermen en las nubes
y me envían besitos
todos los lunes.

Un día me dijeron que sólo yo nunca estaría
pues un hermanito mi madre tendría,
para jugar conmigo y contarnos cuentos
salir de paseo y estar muy contentos.

Por fin le vi,
solo le asomaba la nariz,
sus grandes ojos y sus manitas,
sus pucheros y sonrisitas.

¡Gracias angelitos
que estáis en los cielos
por enviarme desde allá arriba
a mi hermano, un lucero!

domingo, 13 de febrero de 2011

El ratón de la corte y el ratón campesino

(Jean de La Fontaine)

Invitó el ratón de la corte a su primo del campo con mucha cortesía a un banquete de huesos de exquisitos pajarillos, contándole lo bien que en la ciudad se comía. Sirviendo como mantel un tapiz de Turquía, muy fácil es entender la vida regalada de los dos amigos.

Pero en el mejor momento algo estropeó el festín: en la puerta de la sala oyeron de pronto un ruido y vieron que asomó el gato. Huyó el ratón cortesano, seguido de su compañero que no sabía dónde esconderse. Cesó el ruido; se fue el gato con el ama y volvieron a la carga los ratones. Y dijo el ratón de palacio:

-Terminemos el banquete.
- No. Basta - responde el campesino -. Ven mañana a mi cueva, que aunque no me puedo dar festines de rey, nadie me interrumpe, y podremos comer tranquilos. ¡Adiós pariente! ¡Poco vale el placer cuando el temor lo amarga!
MORALEJA:
No quieras vivir rodeado de bienes, si ellos van a ser la causa de tu desdicha.

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En el video se muestra una versión más actual de la anterior fábula, con el nombre "El primo de la ciudad":

lunes, 7 de febrero de 2011

El lobo y las siete cabritas

(Hermanos Grimm)
Había una vez una vieja cabra que tenía siete cabritas, y las amaba con todo el amor que una buena madre puede tener por sus hijos. Un día ella quiso ir al bosque para conseguir algún alimento. Así que llamó a las siete cabritillas y les dijo:

-"Queridas hijas, tengo que ir al bosque, estad en guardia contra el lobo, si llegase a entrar, os devorará -piel, pelo y todo-. El lobo malvado por lo general se disfraza, pero lo reconocereis enseguida por su gruesa voz y sus negras patas."-

Las cabritas dijeron:

-"Mamá, tendremos mucho cuidado! Puedes salir sin preocuparte."

Entonces la vieja cabra baló, y partió a su camino con la mente tranquila. seguir leyendo.


Descarga aquí imágenes para colorear sobre este cuento.

sábado, 5 de febrero de 2011

Sueño de la luna

(Carlos Francisco Changmarín)


La luna cayó en el río.
El río la llevó a la mar.
En el mar, unos marinos
la quisieron devorar.

Nadando, la luna vino
por el río hasta el manglar
y en el manglar unos duendes
la quisieron maltratar.

Entonces quedó la luna
entre el manglar y la mar.
De tanto huir, se ha partido:
muy pronto se va a gastar.

Si se va al mar, se la comen.
Si se queda, va a llorar.
¡Despierta, luna, lunita,
no te dejes apresar!...