miércoles, 4 de diciembre de 2013

Advertencias a los escritores

(Gabriel García Márquez)



1. Una cosa es una historia larga, y otra, una historia alargada. 


2. El final de una historia hay que empezar a escribirlo cuando vas por la mitad.

3. El lector recuerda más como termina un capítulo que como empieza.

4. Es más fácil atrapar a un conejo que un lector.

5. Hay que empezar con la voluntad de que aquello que escribimos va a ser lo mejor que se ha escrito nunca, porque luego siempre queda algo de esa voluntad.

6. Cuando uno se aburre escribiendo el lector se aburre leyendo.

7. No debemos obligar al lector a leer una frase de nuevo.

sábado, 16 de noviembre de 2013

Canción del mariquita

(Federico García Lorca)

El mariquita se peina
en su peinador de seda.
Los vecinos se sonríen
en sus ventanas postreras.

El mariquita organiza
los bucles de su cabeza.
Por los patios gritan loros,
surtidores y planetas.

El mariquita se adorna
con un jazmín sinvergüenza.
La tarde se pone extraña
de peines y enredaderas.

El escándalo temblaba
rayado como una cebra.
¡Los mariquitas del Sur,
cantan en las azoteas!





jueves, 7 de noviembre de 2013

Recordando a Rafael Pombo

Un día como hoy, 7 de noviembre, hace 180 años, nació el escritor, fabulista, traductor y poeta de los niños, Rafael Pombo. En Colombia es recordado por ser uno de los hombres fundamentales en la época del romanticismo sudamericano. Fue coronado como poeta nacional el 20 de agosto de 1905 y en sus textos trataba el amor a la mujer,  la religiosidad, los problemas metafísicos, la patria, el folclore nacional y en general, la cultura bogotana.

La primera vez que se publicó la obra completa de Pombo fue en 1916, la cual se recopiló en cuatro volúmenes por temática. En el primero y  en el segundo, se condensan sus obras poéticas; en el tercero, sus traducciones y en el cuarto, sus Fábulas y verdades, Cuentos pintados y Cuentos morales para niños formales. En este último tomo se encuentran historias muy conocidas entre niños y grandes como Simón el bobito y La pobre viejecita. 

En 1985 se inauguró en Bogotá la Fundación Casa Rafael Pombo, ubicado en la casa natal del poeta; allí se encuentra una biblioteca con sus obras dirigidas al público infantil y alberga unos 4000 volúmenes.Se realizan actividades lúdicas para los niños y cuenta con un ambiente especialmente diseñado para que se sientan a gusto y disfruten de la lectura.  


sábado, 2 de noviembre de 2013

Atlas sonoro de Latinoamérica

En el  pasado VI Congreso Internacional de la Lengua Española en Panamá, representantes de los distintos países Latinoamericanos, entre los que se encontraban narradores, poetas y ensayistas, seleccionaron la que sería, la palabra más representativa de su cultura, con el fin de crear un atlas sonoro de las palabras más autóctonas del español.


Y así suena el Atlas, a cargo de los 21 escritores, según su país:

Argentina: BOLUDO
Juan Gelman. "Es un término muy popular y dueño de una gran ambivalencia hoy. Entraña la referencia a una persona tonta, estúpida o idiota; pero no siempre implica esa connotación de insulto o despectiva. En los últimos años me ha sorprendido la acepción o su empleo entre amigos, casi como un comodín de complicidad. Ha venido perdiendo el sentido insultante. Ha mutado a un lado más desenfadado, pero sin perder su origen."


Bolivia: JAILÓN
Edmundo Paz Soldán. "Es alguien de la high society, y la connotación suele ser negativa. Los jailones viajan a Miami o Punta Cana de vacaciones y solo van a los bares de moda. Losjailones no entienden Bolivia porque son... jailones. Se llevarían bien con los fresas mexicanos o los chetosargentinos."



Chile: PATIPERRO
Antonio Skármeta. "Los chilenos tenemos patas de perro. Abandonamos nuestros lares con frecuencia tras vagas ensoñaciones o por apremiantes necesidades que nos impulsan a dejar el país. Encerrados en una tierra estrecha entre el mar y la cordillera de los Andes queremos romper límites, curiosear. El patiperreocon el lenguaje nos ha dado grandes poetas".


Colombia: VAINA
Laura Restrepo. "Colombianísimo es el uso indiscriminado de la palabra vaina, comodín universal que para todo sirve. Exclamamos “¡qué vaina!”cuando se trata de un desastre, y “¡qué buena vaina!” para referirnos a un triunfo e incluso a la salvación. Para precisar su extenso significado, suele utilizarse precedida por el pronombre demostrativo esa: Pásame esa vaina, decimos señalando con el índice, y podemos estar pidiendo desde una aguja hasta un elefante. “Ya salí de esa vaina” alude a cualquier alivio. Al extranjero que visite estas tierras, familiarizarse con el múltiple y versátil manejo de vaina le ahorra tener que aprender español. En cuanto a amplitud de cobertura, vaina solo es equiparable al omnímodo mierda (v.gr. “queda en la mierda”; “se me perdió esa mierda”; “qué es esta mierda”). El cosmos entero cabe en vaina, es el Alfa y el Omega; Vaina es el Aleph".


Costa Rica: TUANIS
Carlos Cortés. "No viene de too nice, como machaca el cómico mexicano Adal Ramones cuando nos imita, sino de la jerga militar del salvadoreño Malespín en el siglo XIX. Al sustituir la e por la a y la o por la i se crean tuani (bueno), peli (malo) y muchas más. El uso le añadió la s. ¿Todo tuanis? (como pregunta y afirmación) ¿Tuanis o agüevado?(como lema). Tuanis es todo y nada".


Cuba: ASERE
Wendy Guerra. "En la colección de cubanismos acopiados por Argelio Santiesteban se asienta esta palabra como originaria de África, especialmente de la religión carabalí. Algunos dicen que significa “yo te saludo”, otros dicen que en lucumí significa loco, pero lo cierto es que la nueva generación de cubanos refiere a asere y “asere que bolá” como el saludo más popular y común que ya nos distingue en el mundo".


Ecuador: YAPA
Gabriela Alemán. "La yapa es algo adicional, un regalo. Cuando tenía diez años en todas las panaderías de Quito se daba una yapa a los clientes habituales, eran uno o dos panes que establecían un pacto de amistad. En uno de esos viajes de ida y vuelta la yapa llegó, en época de la colonia y a través de Louisiana, al inglés como lagniappe. Enchufe TV, canal en youtube de humor ecuatoriano, ha devuelto a la yapa al día a día de los ecuatorianos con sus microyapas semanales".



El Salvador: CIPOTE
Horacio Castellanos Moya. "Palabra de uso común sinónimo de niño, joven, adulto inmaduro. Es exclusiva de El Salvador, donde no se le asigna ninguno de los significados castizos (hombre grueso o torpe, miembro viril). Nunca se entendería en El Salvador, por ejemplo, la frase “se le templó el cipote”. Un clásico de la literatura salvadoreña, Cuentos de cipotes, de Salarrué, relata historias de niños. Y a nadie se le ocurriría en el país relacionarlo con Los once mil falos, de Apollinaire".


España: CONTRADIÓS
Álvaro Pombo. "Es un coloquialismo español que se usa para designar un disparate (una cosa absurda o contraria a la razón). Francisco Umbral, en El Mundo (23-4-90): “Una democracia capitalista es un imposible metafísico, un contradiós”. Otro ejemplo, de mi cosecha: “¡Entrar en casa con los tenis embarrados es un contradiós!” (dicho por una madre cabreada). Me parece una expresión esencialmente española, una mezcla de teología y falta de lógica: se pone a Dios (que es la contradicción absoluta) como análogo de la razón o el sentido común. Dios y las cosas divinas y católicas están grabadas a fuego en nuestro léxico y en nuestros usos lingüísticos".


Estados Unidos: PARQUEADERO
Sergio de la Pava. "Nuestra palabra tiene su origen sospechoso en elspanglish o, mejor, el espanglish. Los idiomas son herramientas de los humanos no al reverso, así que si toca combinarlos para ser entendido con rapidez, como frecuentemente le toca al inmigrante, pues así crecen nuestras raíces. Solo cuida, cuando estés parqueando el carro, que no te den un ticket".

Guatemala: KAIBIL
Rodrigo Rey Rosa. "En 1974 se puso en circulación esta palabra de origen maya-mam, kaibil, para designar un tipo de comandos especiales que combatieron en la guerra contraguerrillas en Guatemala, los que se hicieron notorios por su crueldad extrema y porque participaron en numerosos actos de genocidio. Kaibil aparece casi a diario en la prensa guatemalteca, se usa tanto en relatos y novelas como en poemas y ensayos y películas documentales".


Honduras: PIJA
María Eugenia Ramos. "La palabra pija (denominación del pene) y sus derivados tienen tantas y tan diversas acepciones en el habla hondureña que se ha convertido en parte de nuestra identidad. Es una palabra pijuda, es decir, muy buena, porque con ella expresamos desde entusiasmo a la indiferencia, pasando por el enojo y estados alterados de conciencia. Se usa como sustantivo, verbo y adjetivo. “Me voy a lapija” significa me voy lejos. “Me vale pija”, no me importa; “estar a pija”,estar furioso, pero también estar borracho; pijinear, irse de fiesta, de parranda. Ser pijudo o pijuda es ser una buena persona o algo muy bien hecho".

México: PINCHE
José Emilio Pacheco. "En México, pinche canceló su acepción normal para adquirir, no se sabe cuándo, las características de un epíteto derogatorio que sorprende por su omnipresencia y durabilidad. Pinchepuede ser un empleado, el hábito de fumar, la suerte, un policía, una camisa, un perro, una casa, una persona, el mundo entero, una comida, un regalo, un sueldo o bien lo que a usted se le ocurra. Se trata, pues, de un epíteto que degrada todo lo que toca. Normaliza y vuelve aceptable una furia sin límites contra algo que nos ofende y humilla pero no podemos cambiar".

Nicaragua: CHUNCHE
Sergio Ramírez. "Un chunche es una cosa y cualquier cosa, un comodín que salta sin descanso, mueble, aparato, herramienta, vehículo. “Montarse en un chunche”, “pásame ese chunche, “quitá de allí esechunche”..., jamás se aparta de la boca y también es el sexo de una mujer, chunchito, o su admirado trasero: “Qué soberano chunche”."
Panamá: SINVERGÜENZURA
Carlos Wynter Melo. "Sinvergüenzura es el sustantivo de la infinitud y, en consecuencia, de la libertad absoluta. Una sinvergüenzura es comerse el mundo de un bocado. Es un escape —a veces son inmorales las reglas morales— o el motivo de que exclames de repente, porque te nació de las vísceras: “¡Qué sinvergüenzura!”, para quejarte o decir, oye, es asombroso que los humanoides seamos inmensos".

Paraguay: CURUVICA
José Pérez Reyes. "De origen guaraní con sufijo español, se trata del pequeñísimo fragmento resultante de la trituración algún material sólido. Como un párrafo desprendido de una obra. Viene al caso porque los escritores por ejemplo, juntamos palabras como curuvicas y de esa suma de restos sale un texto".

Perú: HUACHAFO
Iván Thays. "Aunque se considera un sinónimo de cursi, su significado es más amplio y va de lo gramatical a lo sociológico. La huachafería es imitar o pretender ser lo que no es. Además, está relacionado a lo ostentoso, falta imperdonable en un país donde se sobrestima el perfil bajo. Su uso es tan subjetivo que resulta incluso huachafo el andar señalando las huachaferías de los demás".

Puerto Rico: BREGAR
Mayra Santos-Febres. "Yo brego, tu bregas, estamos bregando;“¡chico, brega bien!”. Me imagino que la ubicuidad de la palabra explica todo un modo de vida. Hay que bregar mucho para vivir en Puerto Rico. Hay que estar dispuesto a negociar, resolver, esquivar e inventar soluciones nuevas casi cada día. Vivimos, como dice nuestro gran ensayista Arcadio Díaz, del arte de bregar".

República Dominicana: OLLA
Rita Indiana Hernández. "La olla es un lugar caliente y letal, pequeño infierno donde terminan los desempleados, viven los pobres y al que hacen referencia constante los de la clase media. El que dice toy en la olla o toy en olla está quebrado, desbaratao, sin un chele. La olla es también un adjetivo, una obra de arte al igual que el discurso de un político puede ser o estar olla (horrible, pobre, ridículo). La isla es unaolla adentro de otra. ¡Quéolla!"

Uruguay: CELESTE
Claudia Amengual. "Algún distraído diría que el término celesteproviene de la camiseta de la selección de fútbol, pero lo cierto es que esta lo toma de nuestra bandera. De ahí derivan expresiones como “laceleste” o “soy celeste” que han enriquecido el significado y lo han transformado en una marca de la identidad nacional uruguaya".

Venezuela: BOCHINCHE
Rafael Cadenas. "No es propiamente un venezolanismo, pero es “voz de origen americano”, según asienta Francisco Javier Pérez en suDiccionario Histórico del Español de Venezuela y añade que es “una de las voces más expresivas del español”. Inicialmente, solo tuvo el sentido de fiesta escandalosa, luego significó desorden, alboroto, tumulto, después pasó al ámbito político. Francisco de Miranda la hizo célebre cuando al ser derrotado, al comienzo de la guerra de independencia, exclamó sobre su tropa: “Bochinche, bochinche, esta gente no es capaz sino de bochinche”. Y bochinchero se aplica a alguien irresponsable, falto de seriedad".


domingo, 27 de octubre de 2013

Historia de uno que hizo un viaje para saber lo que era el miedo

(Hermanos Grimm)


Un labrador tenía dos hijos, el mayor de los cuales era muy listo y entendido, y sabía muy bien a qué atenerse en todo, pero el menor era tonto y no entendía ni aprendía nada, y cuando le veían las gentes decían: "Trabajo tiene su padre con él." Cuando había algo que hacer, tenía siempre que mandárselo al mayor, pero si su padre le mandaba algo siendo de noche, o le enviaba al oscurecer cerca del cementerio, o siendo ya oscuro al camino o cualquier otro lugar sombrío, le contestaba siempre: "¡Oh!, no, padre, yo no voy allí: ¡tengo miedo! Pues era muy miedoso." Si por la noche referían algún cuento alrededor de la lumbre, en particular si era de espectros y fantasmas, decían todos los que le oían: "¡Qué miedo!" Pero el menor, que estaba en un rincón escuchándolos no podía comprender lo que querían decir: "Siempre dicen ¡miedo, miedo!, yo no sé lo que es miedo: ese debe ser algún oficio del que no entiendo una palabra."


Mas un día le dijo su padre: "Oye tú, el que está en el rincón: ya eres hombre y tienes fuerzas bastantes para aprender algo con que ganarte la vida. Bien ves cuánto trabaja tu hermano, pero tú no haces más que perder el tiempo." - "¡Ay padre!" le contestó, "yo aprendería algo de buena gana, y sobre todo quisiera aprender lo que es miedo, pues de lo contrario no quiero saber nada." Su hermano mayor se echó a reír al oírle, y dijo para sí: ¡Dios mío, qué tonto es mi hermano! nunca llegará a ganarse el sustento. Su padre suspiró y le contestó: "Ya sabrás lo que es miedo: mas no por eso te ganarás la vida."
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sábado, 12 de octubre de 2013

Para ser bruja terrible

(Carmen Gil)

Requisito imprescindible,
ible, ible, ible,, ible,
para una bruja terrible,
ible, ible, ible, ible.

Es ser perversa y malvada;
odiar mucho a cualquier hada
por cursi y empalagosa
siempre vestida de rosa.

Y ser más feo que Picio,
pues lo precisa el oficio,
con verruga en la nariz
larga como una lombriz.

Requisito imprescindible...

Tener fétido el aliento,
la nariz como un pimiento
muy negra la dentadura
y llevar túnica oscura.

Una sonrisa horrorosa,
la piel áspera y verdosa,
cara de astuta y bribona
y los pelos de fregona.

Requisito imprescindible...

Importante el capirucho
con forma de cucurucho
y un murciélago en el ala,
porque da aspecto de mala.

Requisito imprescindible...

Es saber meter la pata
y dar a todos la lata,
pasarlo estupendamente
chinchando mucho a la gente.



lunes, 7 de octubre de 2013

La creación de las mujeres

(Mito americano)

La historia  de la creación de los taínos de la isla de Santo Domingo es original porque no solo describe la creación del hombre y la mujer, sino también una serie de cinco eras históricas que narra sucesivamente la historia del pueblo hasta la llegada de los colonos europeos en el siglo XV. Asimismo, otros mitos relatan las actividades de los primeros humanos y cómo se formaron el mar, los peces, la luna, los árboles y las aves. 

LA CREACIÓN DE LAS MUJERES

Según el mito taíno de la creación, los primeros humanos fueron hombres. Un día lluvioso en que regresaban de pesca, vieron caer de los árboles unos curiosos seres. Parecían mujeres, pero no tenían acercamientos íntimos. No obstante, por instinto, los hombres supieron que eran las mujeres que necesitaban, así que las capturaron y les ataron unos pájaros carpinteros a sus cuerpos. Las aves las tomaron por árboles y comenzaron a picotearlas hasta hacerles unos agujeros. Así nacieron los órganos sexuales femeninos y las primeras mujeres. 



jueves, 3 de octubre de 2013

El mate

La palabra "mate" tiene su origen en el vocablo quechua mati, que significa "calabaza". La calabaza secada y vaciada servía como recipiente para la yerba mate, y, por tal razón, se llama mate a la propia infusión de la planta. 

EL MATE, EL REGALO DE LA LUNA

Cuenta la leyenda, que la Luna deseaba pisar esa alfombra verde y suave que era la tierra para poder ver el cielo y las estrellas desde abajo. Miraba fascinada la inmensidad del mar y la belleza de los árboles y lloraba lágrimas de plata por no poder alcanzar ese deseo. Entonces, las nubes sintieron lástima y crearon una espesa niebla para que la Luna pudiera bajar pisando ese mullido colchón. 


Nada más llegar, la Luna se volvió niña y correteó muy feliz entre la vegetación,mirando las flores y los riachuelos. pero, en su alegría, no vio llegar al jaguar, que enseguida se abalanzó sobre ella. Por suerte, un cazador salió entre la espesura y mató al animal para salvar a la niña, a la que después llevó a su cabaña. La familia era muy pobre, pero aun así, cocinaron para la niña la última tortilla de maíz que les quedaba...

Viendo su extrema necesidad, la Luna, emocionada, se puso a llorar y sus lágrimas cayeron junto a la choza del cazador. Al día siguiente, en ese mismo lugar, había crecido una nueva planta que, al prepararla en infusión, reconfortaba y daba consuelo y alegría a quien la tomara y que era el regalo de la Luna a los que la salvaron. 


lunes, 30 de septiembre de 2013

El murciélago y la comadreja

(Felix María Samaniego)


Cayó, sin saber cómo,
un Murciélago a tierra; 
Al instante le atrapa 
la lista Comadreja. 
Clamaba el desdichado, 
viendo su muerte cerca. 
Ella le dice: «Muere; 
que por naturaleza 
soy mortal enemiga 
de todo cuanto vuela.» 
El avechucho grita,
y mil veces protesta
«que él es ratón, cual todos 
los de su descendencia» 
Con esto ¡qué fortuna!
el preso se liberta. 

Pasado cierto tiempo, 
no sé de qué manera,
segunda vez le pilla: 
él nuevamente ruega; 
mas ella le responde 
«que Júpiter la ordena 
tenga paz con las aves, 
con los ratones guerra.» 
«¿Soy yo ratón acaso? 
Yo creo que estás ciega. 
¿Quieres ver cómo vuelo?» 
En efecto, le deja,
y a merced de su ingenio 
libre el pájaro vuela. 

Aquí aprendió de Esopo 
la gente marinera, 
murciélagos que fingen 
pasaporte y bandera.
No importa que haya pocos 
ingleses comadrejas;
Tal vez puede de un riesgo 
sacarnos una treta.

domingo, 29 de septiembre de 2013

Caligramas de autores

Los caligramas pertenecen al género lírico, por tratarse de poemas escritos en figuras relacionadas con lo que trata, en la cual el texto forma una especie de imagen o poesía visual. Esta imagen expresa visualmente lo que las palabras dicen. Se puso muy de moda en el siglo XX gracias al poeta francés Guillaume Apollinaire.

En esta ocasión los caligramas están relacionados con grandes autores de la literatura universal, en su orden, Miguel de Cervantes Saavedra, Pablo Neruda, Federico García Lorca, Jorge Luis Borges y Dante Alighieri. ¿Puedes identificar a qué texto se refieren?








viernes, 13 de septiembre de 2013

La calle del gato que pesca

(María Elena Walsh)



Peligroso es
andar por la ca
la calle del ga
del gato que pes
que pesca y después
se esconde y escapa pa pa pa.

Lo ves o no lo ves al gato que pes
allí, allí sentado en su ventani.
A la gente que
pasa distraí
el gato bandi 
con caña y anzue
les pesca el sombre
sombrero y el moño ño ño ño.

Lo ves o no lo ves al gato que pes
allí, allí sentado en su ventaní.
El gato francés
con tanto sombre
nadie sabe qué 
qué hace después,
y el asunto es
es que se disfraza za za za.

Lo ves o no lo ves al gato que pes
allí, allí sentado en su ventaní.
Pero el gato un dí
salió disfraza
de la policí
disfrazado así
dio una caminata ta ta ta.

Lo ves o no lo ves al gato que pes
allí, allí sentado en su ventaní.
Así disfraza
oyó la denun
cia de un transeú
contra un gato ma
porque le ha roba
robado el bonete te te te.

Lo ves o no lo ves al gato que pes
allí, allí sentado en su ventaní.
El gato no pue
decirle soy yo
confundido no
tiene más reme
que llevarse pre
preso al calabozo zo zo zo.
Lo ves o no lo ves al gato que pes
allí, allí sentado en su ventaní.



miércoles, 11 de septiembre de 2013

La rana que quería ser una rana auténtica

Del escritor mexicano Augusto Monterroso, uno más de sus conocidos relatos breves y microcuentos. 



LA RANA QUE QUERÍA SER UNA RANA AUTÉNTICA



Había una vez una rana que quería ser una Rana auténtica, y todos los días se esforzaba en ello.

Al principio se compró un espejo en el que se miraba largamente buscando su ansiada autenticidad. Unas veces parecía encontrarla y otras no, según el humor de ese día o de la hora, hasta que se cansó de esto y guardó el espejo en un baúl.

Por fin pensó que la única forma de conocer su propio valor estaba en la opinión de la gente, y comenzó a peinarse y a vestirse y a desvestirse (cuando no le quedaba otro recurso) para saber si los demás la aprobaban y reconocían que era una Rana auténtica.

Un día observó que lo que más admiraban de ella era su cuerpo, especialmente sus piernas, de manera que se dedicó a hacer sentadillas y a saltar para tener unas ancas cada vez mejores, y sentía que todos la aplaudían.

Y así seguía haciendo esfuerzos hasta que, dispuesta a cualquier cosa para lograr que la consideraran una Rana auténtica, se dejaba arrancar las ancas, y los otros se las comían, y ella todavía alcanzaba a oír con amargura cuando decían que qué buena rana, que parecía pollo.


domingo, 8 de septiembre de 2013

Origen del afrodisíaco

Con frecuencia se cita el adjetivo afrodisíaco para calificar a la sustancia o circunstancia que despierta el deseo sexual. No es difícil deducir que el vocablo proviene de Afrodita, diosa griega del amor, a la que los romanos adoptaron con el nombre de Venus. 

El mito de Afrodita es muy complejo, pero podría resumirse recordando que Urano (el Cielo), dios del universo y su esposa Gea (la Tierra) tuvieron muchos hijos, entre ellos los Titanes, los Cíclopes, los Gigantes y los Hecatónquiros. Receloso del poder y la fuerza de los Cíclopes y los Hecatónquiros, Urano los desterró a vivir al Tártaro, una región del mundo subterráneo confundida a veces con el infierno, lo que despertó la furia de Gea. Ella incitó a los Titanes a levantarse contra el poder despótico de su padre. Cronos, el menor, atendió ese llamado. 

Armado de una hoz, sorprendió a su padre dormido, le mutiló los genitales y los arrojó al mar. Alrededor de ellos brotó abundante espuma blanca (el prefijo Afro significa espuma) y de ella surgió, en una concha, una bella mujer a la que el viento Céfiro, transportó hasta la Isla de Chipre, donde fue recibida por las Horas, diosas de las estaciones y del orden de la naturaleza. Precisamente sobre su nacimiento, Sandro Botticelli lo ilustró en su cuadro El nacimiento de Venus, expuesto en la Galería de los Uffizi en Florencia. 

Afrodita era la diosa de la belleza y del amor, sobretodo en su dimensión sexual. Provocaba un deseo fuerte, que en ocasiones, era capaz de romper el sagrado vínculo del matrimonio. 

Los griegos ya conocían el efecto de algunas hierbas como estimulantes sexuales y hacían con ellas infusiones que llamaron aphrodisiakós. De ahí que llamemos afrodisíaco a lo que tiene la propiedad de incitar el enamoramiento y el deseo. A pesar de que la palabra griega tiene más de 2.500 años, el primer registro de afrodisíaco en nuestro idioma español data de 1.867


domingo, 1 de septiembre de 2013

Don Cangrejito

(Sandra Milena Peña)


Don Cangrejito es el rey
de un gran castillo de arena
repleto de caracoles
y adornos de berenjena.
En la torre del castillo
puso una enorme bandera,
pintada con cien mariscos
y una extraña calavera.
Una noche muy lluviosa,
el cruel viento que sopló
derrumbó todo el castillo
y sus sueños derritió.

Don Cangrejito valiente
nunca, nunca se rindió
y con calma y gallardía
su castillo levantó.

Esta vez buscó piedritas
fuertes, firmes y adecuadas,
resistentes a los vientos,
a lluvias y granizadas.

En un par de largos días
¡su castillo estaba listo!
Había hecho un gran trabajo,
¡mejor de lo que ha previsto!

Y así vivió muchos años
en aquella hermosa playa
junto al mar, el sol, el viento,
peces, olas y atarrayas.


sábado, 24 de agosto de 2013

Humiko, la hija del mar.

(Mitología oriental)

En los tiempos más antiguos vivía en el mar una sirena llamada Amara que envidiaba la luz que iluminaba una ciudad del Japón por la noche, ya que sus habitantes usaban velas y antorchas que podían verse desde la costa.  Por eso, cuando la sirena tuvo una hija, decidió abandonarla en la ciudad, para que su niña tuviera la luz que ella tanto deseaba. El bebé fue encontrado por un matrimonio que se dedicaba a elaborar velas y que se alegró mucho de adoptar a una criatura tan extraordinaria, con su hermosa cola de pez. La llamaron Humiko, que significa "Hija del mar". 

La sirena creció y se convirtió en la más bella de la ciudad, de manera que sus padres decidieron ocultarla de las malas miradas y por eso Humiko era la encargada de fabricar las velas en el taller, en lugar de salir a venderlas. Sus velas estaban decoradas con flores y animales del fondo del mar y eran las que mejor se vendían en el mercado, adquiriendo tal fama que un día, un rico mercader, ofreció tantos bienes a cambio de la muchacha, que sus padres se la entregaron. Humiko lloró y suplicó, pero aun así fue conducida al barco del mercader. 

Pero esa noche una tempestad inexplicable hundió el barco y destrozó la ciudad.

En la actualidad, los pescadores encienden velas en honor de Humiko antes de salir al mar, para aplacar su ira y pedir calma en las aguas. 


lunes, 19 de agosto de 2013

La tortuga gigante

(Cuentos de la Selva -Horacio Quiroga)

Había una vez un hombre que vivía en Buenos Aires, y estaba muy contento porque era un hombre sano y trabajador. Pero un día se enfermó, y los médicos le dijeron que solamente yéndose al campo podría curarse. Él no quería ir, porque tenía hermanos chicos a quienes daba de comer; y se enfermaba cada día más. Hasta que un amigo suyo, que era director del Zoológico, le dijo un día:
–Usted es amigo mío, y es un hombre bueno y trabajador. Por eso quiero que se vaya a vivir al monte, a hace mucho ejercicio al aire libre para curarse. Y como usted tiene mucha puntería con la escopeta, cace bichos del monte para traerme los cueros, y yo le daré plata adelantada para que sus hermanitos puedan comer bien.

El hombre enfermo aceptó, y se fue a vivir al monte, lejos, más lejos que Misiones todavía. Hacía allá mucho calor, y eso le hacía bien.

Vivía solo en el bosque, y él mismo se cocinaba. Comía pájaros y bichos del monte, que cazaba con la escopeta, y después comía frutos. Dormía bajo los árboles, y cuando hacía mal tiempo construía en cinco minutos una ramada con hojas de palmera, y allí pasaba sentado y fumando, muy contento en medio del bosque que bramaba con el viento y la lluvia.
Había hecho un atado con los cueros de los animales, y lo llevaba al hombro. Había también agarrado vivas muchas víboras venenosas, y las llevaba dentro de un gran mate, porque allá hay mates tan grandes como una lata de kerosene.

El hombre tenía otra vez buen color, estaba fuerte y tenía apetito. Precisamente un día que tenía mucha hambre, porque hacía dos días que no cazaba nada, vio a la orilla de una gran laguna un tigre enorme que quería comer una tortuga, y la ponía parada de canto para meter dentro una pata y sacar la carne con las uñas. Al ver al hombre el tigre lanzó un rugido espantoso y se lanzó de un salto sobre él. Pero el cazador, que tenía una gran puntería, le apuntó entre los dos ojos, y le rompió la cabeza. Después le sacó el cuero, tan grande que él solo podría servir de alfombra para un cuarto.
–Ahora –se dijo el hombre–, voy a comer tortuga, que es una carne muy rica.
Pero cuando se acercó a la tortuga, vio que estaba ya herida, y tenía la cabeza casi separada del cuello, y la cabeza colgaba casi de dos o tres hilos de carne.
A pesar del hambre que sentía, el hombre tuvo lástima de la pobre tortuga, y la llevó arrastrando con una soga hasta su ramada y le vendó la cabeza con tiras de género que sacó de su camisa, porque no tenía más que una sola camisa, y no tenía trapos. La había llevado arrastrando porque la tortuga era inmensa, tan alta como una silla, y pesaba como un hombre.

La tortuga quedó arrimada a un rincón, y allí pasó días y días sin moverse.
El hombre la curaba todos los días, y después le daba golpecitos con la mano sobre el lomo.La tortuga sanó por fin. Pero entonces fue el hombre quien se enfermó. Tuvo fiebre, y le dolía todo el cuerpo.

Después no pudo levantarse más. La fiebre aumentaba siempre, y la garganta le quemaba de tanta sed. El hombre comprendió entonces que estaba gravemente enfermo, y habló en voz alta, aunque estaba solo, porque tenía mucha fiebre.
–Voy a morir –dijo el hombre–. Estoy solo, ya no puedo levantarme más, y no tengo quien me dé agua, siquiera. Voy a morir aquí de hambre y de sed.
Y al poco rato la fiebre subió más aún, y perdió el conocimiento.
Pero la tortuga lo había oído, y entendió lo que el cazador decía. Y ella pensó entonces:
–El hombre no me comió la otra vez, aunque tenía mucha hambre, y me curó. Yo le voy a curar a él ahora.
Fue entonces a la laguna, buscó una cáscara de tortuga chiquita, y después de limpiarla bien con arena y ceniza la llenó de agua y le dio de beber al hombre, que estaba tendido sobre su manta y se moría de sed. Se puso a buscar enseguida raíces ricas y yuyitos tiernos, que le llevó al hombre para que comiera. El hombre comía sin darse cuenta de quién le daba la comida, porque tenía delirio con la fiebre y no conocía a nadie.
Todas las mañanas, la tortuga recorría el monte buscando raíces cada vez más ricas para darle al hombre, y sentía no poder subirse a los árboles para llevarle frutas.
El cazador comió así días y días sin saber quién le daba la comida, y un día recobró el conocimiento. Miró a todos lados, y vio que estaba solo, pues allí no había más que él y la tortuga, que era un animal. Y dijo otra vez en voz alta:
–Estoy solo en el bosque, la fiebre va a volver de nuevo, y voy a morir aquí, porque solamente en Buenos Aires hay remedios para curarme. Pero nunca podré ir, y voy a morir aquí.
Pero también esta vez la tortuga lo había oído, y se dijo:
–Si queda aquí en el monte se va a morir, porque no hay remedios, y tengo que llevarlo a Buenos Aires.
Dicho esto, cortó enredaderas finas y fuertes, que son como piolas, acostó con mucho cuidado al hombre encima de su lomo, y lo sujetó bien con las enredaderas para que no se cayese. Hizo muchas pruebas para acomodar bien la escopeta, los cueros y el mate con víboras, y al fin consiguió lo que quería, sin molestar al cazador, y emprendió entonces el viaje.

La tortuga, cargada así, caminó, caminó y caminó de día y de noche. Atravesó montes, campos, cruzó a nado ríos de una legua de ancho, y atravesó pantanos en que quedaba casi enterrada, siempre con el hombre moribundo encima. Después de ocho o diez horas de caminar, se detenía, deshacía los nudos, y acostaba al hombre con mucho cuidado, en un lugar donde hubiera pasto bien seco.

Iba entonces a buscar agua y raíces tiernas, y le daba al hombre enfermo. Ella comía también, aunque estaba tan cansada que prefería dormir.

A veces tenía que caminar al sol; y como era verano, el cazador tenía tanta fiebre que deliraba y se moría de sed. Gritaba: ¡agua!, ¡agua!, a cada rato. Y cada vez la tortuga tenía que darle de beber.

Así anduvo días y días, semana tras semana. Cada vez estaban más cerca de Buenos Aires, pero también cada día la tortuga se iba debilitando, cada día tenía menos fuerza, aunque ella no se quejaba. A veces se quedaba tendida, completamente sin fuerzas, y el hombre recobraba a medias el conocimiento. Y decía, en voz alta:
–Voy a morir, estoy cada vez más enfermo, y sólo en Buenos Aires me podría curar. Pero voy a morir aquí, solo, en el monte.
Él creía que estaba siempre en la ramada, porque no se daba cuenta de nada. La tortuga se levantaba entonces, y emprendía de nuevo el camino.
Pero llegó un día, un atardecer, en que la pobre tortuga no pudo más. Había llegado al límite de sus fuerzas, y no podía más. No había comido desde hacía una semana para llegar más pronto. No tenía más fuerza para nada.
Cuando cayó del todo la noche, vio una luz lejana en el horizonte, un resplandor que iluminaba el cielo, y no supo qué era. Se sentía cada vez más débil, y cerró entonces los ojos para morir junto con el cazador, pensando con tristeza que no había podido salvar al hombre que había sido bueno con ella.

Y sin embargo, estaba ya en Buenos Aires, y ella no lo sabía. Aquella luz que veía en el cielo era el resplandor de la ciudad, e iba a morir cuando estaba ya al fin de su heroico viaje.Pero un ratón de la ciudad –posiblemente el ratoncito Pérez– encontró a los dos viajeros moribundos.
–¡Qué tortuga! –dijo el ratón–. Nunca he visto una tortuga tan grande. ¿Y eso que llevas en el lomo, qué es? ¿Es leña?
–No –le respondió con tristeza la tortuga–. Es un hombre.
–¿Y adónde vas con ese hombre? –añadió el curioso ratón.
–Voy... voy... Quería ir a Buenos Aires –respondió la pobre tortuga en una voz tan baja que apenas se oía–. Pero vamos a morir aquí, porque nunca llegaré...
–¡Ah, zonza, zonza! –dijo riendo el ratoncito–. ¡Nunca vi una tortuga más zonza! ¡Si ya has llegado a Buenos Aires! Esa luz que ves allá, es Buenos Aires.
Al oír esto, la tortuga se sintió con una fuerza inmensa, porque aún tenía tiempo de salvar al cazador, y emprendió la marcha.

Y cuando era de madrugada todavía, el director del Jardín Zoológico vio llegar a una tortuga embarrada y sumamente flaca, que traía acostado en su lomo y atado con enredaderas, para que no se cayera, a un hombre que se estaba muriendo. El director reconoció a su amigo, y él mismo fue corriendo a buscar remedios, con los que el cazador se curó enseguida.

Cuando el cazador supo cómo lo había salvado la tortuga, cómo había hecho un viaje de trescientas leguas para que tomara remedios, no quiso separarse más de ella. Y como él no podía tenerla en su casa, que era muy chica, el director del Zoológico se comprometió a tenerla en el Jardín, y a cuidarla como si fuera su propia hija.

Y así pasó. La tortuga, feliz y contenta con el cariño que le tienen, pasea por todo el jardín, y es la misma gran tortuga que vemos todos los días comiendo el pastito alrededor de las jaulas de los monos.