jueves, 27 de diciembre de 2012

El Grinch

El Grinch es un personaje creado por Dr. Seuss. En 1.957 apareció por primera vez en un libro infantil llamado "Cómo el Grinch robó la navidad". Con el paso de los años, logra aparecer en televisión y en más publicaciones escritas debido a su popularidad y  con las cuales ganó varios reconocimientos. 

El Grinch es un personaje a quien no le gusta la navidad, pues considera que es una época consumista, en lo que predomina lo material y lo comercial dejando a un lado el verdadero espíritu y significado de la navidad. 

Es una criatura peluda y gruñona con un corazón "dos tallas menor"; vive en una cueva en lo alto de una montaña de 910 metros al norte de Whoville, el hogar de los felices Quien. Su único amigo de compañía es su perro Max. Desde su guarida, el Grinch puede oir los ruidosos preparativos navideños de la villa. Comienza entonces a planear cómo bajar al pueblo y robarse todos los adornos y regalos de navidad para impedir que llegue la Navidad.  Pero descubre que a pesar de haber conseguido robarse todos los regalos, la navidad llegó a Whoville de todos modos. Allí el Grinch descubre que Navidad es mucho más que adornos, luces y regalos: su corazón se hace tres veces más grande y devuelve los regalos y demás elementos robados y es recibido con mucho amor en la comunidad de los Quien. 

miércoles, 19 de diciembre de 2012

La historia de Rodolfo el reno

Rodolfo el reno es uno de los nueve renos de Santa Claus. Según la tradición navideña, Rodolfo viaja junto a Santa por todo el mundo repartiendo regalos el 24 de diciembre. Es el reno más conocido porque tiene una peculiar nariz roja. 

Cuenta la leyenda que Rodolfo era un pequeño reno del cual se burlaban los demás precisamente por su chistosa nariz que emitía una luz propia porque un día, un hada le puso un foco en ella. Dicen que durante una navidad, hubo una enorme tormenta de nieve que atascó el trineo lleno de regalos y no le dejaba moverse. Los ocho renos empujaban y empujaban pero no podían safarse. 

Santa encontró a Rodolfo y le pidió que los ayudara. Rodolfo aprovechó la potente luz de su nariz, y se paró frente a los demás renos y los iluminó para poderlos guiar durante el viaje navideño. Desde ese día y durante cada navidad, Rodolfo viaja junto a los demás renos y trabaja con Santa Claus; goza del cariño y respeto de los demás, quienes ya no se burlan de su singular nariz roja. 


domingo, 16 de diciembre de 2012

La Befana

La Befana es una figura de la tradición navideña en varias zonas de Italia. Su nombre proviene de la palabra epifanía, la festividad religiosa en la época navideña que se celebra en ese país. 

Según la tradición, la Befana es una brujita buena, que pasa por la casa de los niños el 5 y 6 de enero. Llega montada en una escoba y comienza a llenar con regalos y dulces las botas que dejan colgadas en cada casa, solamente si los niños han sido buenos. Por el contrario, si se han portado mal, los llena con carbón. 

Cuenta la leyenda, que cuando los tres reyes magos se perdieron en el camino a Belén para adorar al niño Jesús le pidieron ayuda a una anciana para que les indicara cuál ruta tomar. En el momento, la anciana no los quiso ayudar a pesar de sus súplicas, pero luego recapacitó y se sintió muy mal por no haberlos guiado. Por eso, preparó en su casa una canastilla con muchos dulces y se fue rápidamente a buscar  a los tres reyes magos. Como no los encontró, la anciana decidió ir a cada casa y regalar a los niños los dulces, con la esperanza de que uno de ellos, fuera el niño Jesús. 

Hoy día, la Befana aún va a las casas de todos los niños de Italia para ser perdonada. Esta leyenda se ha convertido en una tradición importante para los niños en las fiestas navideñas. Hay varias canciones que los niños en Italia cantan en su honor. 








viernes, 14 de diciembre de 2012

El hombre de pan de jengibre

Érase una vez, unos viejos que vivían en una casita antigua en la cima de una colina florida, la cual se rodeaba de huertas doradas, bosques y arroyos. A la vieja le encantaba hornear galletitas y un día decidió hacer un hombre de jingebre. 

Formó la cabeza y el cuerpo, los brazos y las piernas. Agregó pasas jugosas para los ojos y la boca, y una fila en frente para los botones en su chaqueta. Luego puso un caramelo para la nariz. Al fin, lo puso en el horno. La cocina se llenó del olor dulce de especias, y cuando el hombre de jengibre estaba crujiente, la vieja abrió la puerta del horno. 

El hombre de jengibre saltó del horno, y salió corriendo, cantando — ¡Corre, corre, tan pronto como puedas! No puedes alcanzarme. ¡Soy el hombre de jengibre! 

La vieja corrió, pero el hombre de jengibre corrió más rápido. Al correr por las flores y la colina, el hombre de jengibre se encontró con un pato que dijo — ¡Quak, quak! ¡Hueles delicioso! ¡Para, hombre de jengibre  ¡Quiero comerte! — Pero el hombre de jengibre siguió corriendo, cantando: ¡He huido de la vieja y puedo huirte, también! ¡Corre, corre, tan pronto como puedas! No puedes alcanzarme. ¡Soy el hombre de jengibre! 

El pato lo persiguió balanceándose, pero el hombre de jengibre corrió más rápido. Cuando el hombre de jengibre corrió por las huertas doradas, se encontró con un cerdo que cortaba paja. El cerdo dijo— ¡Para, hombre de jengibre  ¡Quiero comerte! — Pero el hombre de jengibre siguió corriendo, cantando— He huido de la vieja y el pato. ¡Puedo huirte, también! ¡Corre, corre, tan pronto como puedas! No puedes alcanzarme. ¡Soy el hombre de jengibre  — El cerdo lo persiguió brincando, pero el hombre de jengibre corrió más rápido. 

En la sombra fresca del bosque, un cordero estaba picando hojas. Cuando vio al hombre de jengibre  dijo — ¡Baa, baa! ¡Para, hombre de jengibre  ¡Quiero comerte! — Pero el hombre de jengibre siguió corriendo, cantando— He huido de la vieja y el pato y el cerdo. ¡Puedo huirte, también! ¡Corre, corre, tan pronto como puedas! No puedes alcanzarme. ¡Soy el hombre de jengibre! 

El cordero lo persiguió saltando, pero el hombre de jengibre corrió más rápido. Más allá, el hombre de jengibre podía ver un río ondulante. Miró hacia atrás sobre el hombro y vio a todos los que estaban persiguiéndole. — ¡Paa! ¡Paa! —exclamó la vieja. — ¡Quak! ¡Quak! — graznó el pato. — ¡Oink! ¡Oink! — gruñó el cerdo. — ¡Baa! ¡Baa! — baló el cordero. Pero el hombre de jengibre se rió y continuó hacia el río.

Al lado del río vio a un zorro. Cantó al zorro —He huido de la vieja y el pato y el cerdo y el cordero. ¡Puedo huirte, también! ¡Corre, corre, tan pronto como puedas! No puedes alcanzarme. ¡Soy el hombre de jengibre  — Pero el zorro astuto sonrió y dijo —Espera, hombre de jengibre  ¡Soy tu amigo! Te ayudaré a cruzar el río. ¡Échate encima de la cola! — El hombre de jengibre echó un vistazo hacia atrás y vio a la vieja, al pato, al cerdo y al cordero acercándose. Se echó encima de la cola sedosa del zorro, y el zorro salió nadando en el río. A mitad de camino, el zorro dijo —Hombre de jengibre  el agua es más profunda que pensé. ¡Échate encima de la espalda para que no te mojes! — El hombre de jengibre se echó encima de la espalda del zorro. 

Después de unas brazadas más, el zorro dijo — Hombre de jengibre  el agua es aun más profunda. ¡Échate encima de la cabeza! — ¡Ja, Ja! — rió el hombre de jengibre  — ¡NUNCA me alcanzarán ahora! — ¡Tienes la razón! —chilló el zorro. 

El zorro echó atrás la cabeza, tiró al hombre de jengibre en el aire, y lo dejó caer en la boca. Con un CRUJIDO, CRUJIDO, CRUJIDO fuerte, el zorro comió al hombre de jengibre todo. La vieja regresó a casa y decidió hornear un pastel de jengibre en su lugar.


miércoles, 12 de diciembre de 2012

El muñeco de nieve

(Anónimo)


Había dejado de nevar y los niños, ansiosos de libertad, salieron de casa y empezaron a corretear por la blanca y mullida alfombra recién formada.


La hija del herrero, tomando puñados de nieve con sus manitas hábiles, se entrego a la tarea de moldearla. Haré un muñeco como el hermanito que hubiera deseado tener se dijo.


Le salio un niñito precioso, redondo, con ojos de carbón y un botón rojo por boca. La pequeña estaba entusiasmada con su obra y convirtió al muñeco en su inseparable compañero durante los tristes días de aquel invierno. Le hablaba, le mimaba…

Pero pronto los días empezaron a ser más largos y los rayos de sol mas cálidos… El muñeco se fundió sin dejar mas rastro de su existencia que un charquito con dos carbones y un botón rojo. La niña lloro con desconsuelo.

Un viejecito, que buscaba en el sol tibieza para su invierno, le dijo dulcemente: Seca tus lágrimas, bonita, por que acabas de recibir una gran lección: ahora ya sabes que no debe ponerse el corazón en cosas perecederas.

jueves, 29 de noviembre de 2012

Canto de las vocales

(Hersilia Ramos de Argote)

Somos las hermanas
á, é, í, ó, ú;
por el bosque vamos
vestidas de azul.

La brisa al rozarnos
canta, en su run run:
que lindas las hadas
á, é, í, ó, ú

Los frutos son dulces,
el agua muy fresca. . . .
Todo es alegría,
es risa y es fiesta.

Bailaremos mucho,
cantaremos más.
Es día de fiesta,
Vamos a gozar.

Qué felicidad!
Qué felicidad!



sábado, 24 de noviembre de 2012

Canción de acción de gracias



canción: día de acción de gracias / Thansgiving
by: music with Sara
Artwork:KC Munda
Animation: Emmanuel L. Munda






lunes, 19 de noviembre de 2012

La boda de los gorgojos


(Sandra Milena Peña)
 
El tío Gorgojo
se quiere casar.
y anuncia su boda
mostrando el ajuar.

Compró invitaciones
hechas de madera
le incrustó diamantes
de luz brasilera.

Mandó a hacer su traje
donde un costurero
que fuera muy fino,
que fuera extranjero.

Su novia Gorgoja
venía de Europa.
¡moda italiana
en su guardarropa!

Y los pajecitos
se visten de golas
y en un canastito
llevan amapolas.

Con flores y plantas
decoran las filas
con cintas y moños
rosados y lilas.

¡Ya llegan los novios!
La marcha triunfal
les marca los pasos
camino al altar.

Y los invitados
van muy elegantes
y aplauden la novia
que va por delante.

El cura Gusano
hará los honores
de unirlos por siempre
entre bichos y flores.

En un par de horas
comienza la fiesta;
el señor Ciempiés
dirige la orquesta.

El tío Gorgojo
está muy feliz
y baila un merengue
con Doña Lombriz.

Su novia Gorgoja
desfila su traje
y se toma fotos
junto con su paje.

Las mariquitas
les dan serenata
y toca un gran piano
Doña Garrapata.

Champaña muy fina,
licor importado,
hojas de arbustos
con miel aceitado.

Después del banquete
los novios se van
salen muy de prisa,
¡tienen mucho afán!

Viajan en velero
rumbo al Ecuador
comerán perdices,
¡qué grande es su amor!

miércoles, 31 de octubre de 2012

La muerte madrina

(Hermanos Grimm)


Un hombre muy pobre tenía doce hijos; y aunque trabajaba día y noche, no alcanzaba a darles más que pan. Cuando nació su hijo número trece, no sabía qué hacer; salió a la carretera y decidió que al primero que pasara le haría padrino de su hijito. Y el primero que pasó fue Dios Nuestro Señor; él ya conocía los apuros del pobre y le dijo: “Hijo mío, me das mucha pena. Quiero ser el padrino de tu último hijito y cuidaré de él para que sea feliz.” El hombre le preguntó: “¿Quién eres?” “Soy tu Dios.” “Pues no quiero que seas padrino de mi hijo; no, no quiero que seas el padrino, porque tú das mucho a los ricos y dejas que los pobres pasemos hambre.” El hombre contestó así al Señor, porque no comprendía con qué sabiduría reparte Dios la riqueza y la pobreza; y el desgraciado se apartó de Dios y siguió su camino. 

Se encontró luego con el diablo, que le preguntó: “¿Qué buscas? Si me escoges para padrino de tu hijo, le daré muchísimo dinero y tendrá todo lo que quiera en este mundo.” El hombre preguntó: “¿Quién eres tú?” “Soy el demonio.” “No, no quiero que seas el padrino de mi niño; eres malo y engañas siempre a los hombres.” Siguió andando, y se encontró con la muerte, que estaba flaca y en los huesos; y la muerte le dijo: “Quiero ser madrina de tu hijo.” “¿Quién eres?” “Soy la muerte, que hace iguales a todos los hombres.” Y el hombre dijo: “Me convienes; tú te llevas a los ricos igual que a los pobres, sin hacer diferencias. Serás la madrina.” La muerte dijo entonces: “Yo haré rico y famoso a tu hijo; a mis amigos no les falta nunca nada.” Y el hombre dijo: “El próximo domingo será el bautizo; no dejes de ir a tiempo.” La muerte vino como había prometido y se hizo madrina. 

El niñito creció y se hizo un muchacho; y , un día, su madrina entró en la casa y dijo que la siguiera. Llevó al chico a un bosque, le enseñó una planta que crecía allí y le dijo: “Voy a darte ahora mi regalo de madrina: te haré un médico famoso. Cuando te llamen a visitar un enfermo, me encontrarás siempre al lado de su cama. Si estoy a la cabecera, podrás asegurar que le curarás; le darás esta hierba y se pondrá bueno. Pero si me ves a los pies de la cama, el enfermo me pertenecerá, y tú dirás que no tiene remedio y que ningún médico le podrá salvar. No des a ningún enfermo la hierba contra mi voluntad, porque lo pagarías caro.”

Al poco tiempo, el muchacho era ya un médico famoso en todo el mundo; la gente decía: “En cuanto ve a un enfermo, puede decir si se curará o no. Es un gran médico.” Y le llamaban de muchos países para que fuera a visitar a los enfermos y le daban mucho dinero, así que se hizo rico muy pronto. Ocurrió que el rey se puso malo. Llamaron al médico famoso para que dijera si se podía curar; pero en cuanto se acercó al rey, vio que la Muerte estaba a los pies de la cama. Allí no valían hierbas. Y el médico pensó: “¡Si yo pudiera engañar a la Muerte siquiera una vez! Claro que lo tomará a mal, pero como soy su ahijado, puede que haga la vista gorda. Voy a probar.” Cogió al rey y le dio la vuelta en la cama, y le puso con los pies en la almohada y la cabeza a los pies; y así, la Muerte se quedó junto a la cabeza; entonces le dio la hierba y el rey convaleció y recobró la salud. Pero la Muerte fue a casa del médico muy enfadada, le amenazó con el dedo y dijo: “¡Me has tomado el pelo! Por una vez, te lo perdono, porque eres mi ahijado; pero como lo vuelvas a hacer, ya verás: te llevaré a ti.”


Y al poco tiempo, la hija del rey se puso muy enferma. Era hija única, y su padre estaba tan desesperado que no hacía más que llorar. Mandó decir que al que salvara a su hija le casaría con ella y le haría su heredero. El médico, al entrar en la habitación de la princesa, vio que la Muerte estaba a los pies de la cama. ¡Que el muchacho habría recordado la amenaza de su madrina! Pero la gran blleza de la princesa y la felicidad de casarse con ella le trastornaron tanto que se desechó a todos los pensamientos. No vio las miradas encolerizadas que le echaba la Muerte, ni cómo le amenazaba con el puño cerrado: cogió en brazos a la princesa y la puso con los pies en la almohada y la cabeza a los pies, le dio la hierba mágica, y al poco rato la cara de la princesa se animó y empezó a mejorar.

Y la Muerte, furiosa porque la habían engañado otra vez, fue a grandes zancadas a casa del médico y le dijo: “¡Se acabó! ¡Ahora te llevaré a ti!” Le agarró con su mano fría, le agarró con tanta fuerza, que el pobre muchacho no se podía soltar, y se lo llevó a una cueva muy honda. Y el médico vio en la cueva miles y miles de luces, filas de velas que no se acababan nunca; unas velas eran grandes, otras medianas y otras pequeñas. Y cada momento unas se apagaban, y otras se estaban encendiendo otra vez; era como si las luces estuvieran brincando. La Muerte le dijo: “Mira, esas velas que ves son las vidas de los hombres. Las grandes son las vidas de los niños; las medianas son las vidas de los cónyuges, y las pequeñas las de los ancianos. Pero hay también niños y jóvenes que no tienen más que una velita pequeña.” - “¡Dime cuál es mi luz!” dijo el médico, pensando que era todavía una vela bien grande. Y la Muerte le enseñó un cabito de vela, casi consumido: “Ahí la tienes.” - “¡Ay, madrina, madrina mía! ¡Enciéndeme una luz nueva! ¡Por favor, hazlo por mí! ¡Mira que todavía no he disfrutado de la vida, que me van a hacer rey y me voy a casar con la princesa!” - “No puede ser,” dijo la Muerte. “No puedo encender una luz mientras no se haya apagado otra.” - “¡Pues enciende una vela nueva con la que se está apagando!” suplicó el médico. 

La Muerte hizo como si fuera a obedecerle; llevó una vela nueva y larga. Pero como quería vengarse, a sabiendas tiró el cabito de vela al suelo, y la lucecita se apagó. Y en el mismo momento, el médico se cayó al suelo, y dio ya en manos de la Muerte.




martes, 30 de octubre de 2012

La gallina degollada

(Horacio Quiroga)


Todo el día, sentados en el patio, en un banco estaban los cuatro hijos idiotas del matrimonio Mazzini-Ferraz. Tenían la lengua entre los labios, los ojos estúpidos, y volvían la cabeza con la boca abierta.

; El patio era de tierra, cerrado al oeste por un cerco de ladrillos. El banco quedaba paralelo a él, a cinco metros, y allí se mantenían inmóviles, fijos los ojos en los ladrillos. Como el sol se ocultaba tras el cerco, al declinar los idiotas tenían fiesta. La luz enceguecedora llamaba su atención al principio, poco a poco sus ojos se animaban; se reían al fin estrepitosamente, congestionados por la misma hilaridad ansiosa, mirando el sol con alegría bestial, como si fuera comida. 
 Otra veces, alineados en el banco, zumbaban horas enteras, imitando al tranvía eléctrico. Los ruidos fuertes sacudían asimismo su inercia, y corrían entonces, mordiéndose la lengua y mugiendo, alrededor del patio. Pero casi siempre estaban apagados en un sombrío letargo de idiotismo, y pasaban todo el día sentados en su banco, con las piernas colgantes y quietas, empapando de glutinosa saliva el pantalón. 
 El mayor tenía doce años y el menor, ocho. En todo su aspecto sucio y desvalido se notaba la falta absoluta de un poco de cuidado maternal. 
 Esos cuatro idiotas, sin embargo, habían sido un día el encanto de sus padres. A los tres meses de casados, Mazzini y Berta orientaron su estrecho amor de marido y mujer, y mujer y marido, hacia un porvenir mucho más vital: un hijo. ¿Qué mayor dicha para dos enamorados que esa honrada consagración de su cariño, libertado ya del vil egoísmo de un mutuo amor sin fin ninguno y, lo que es peor para el amor mismo, sin esperanzas posibles de renovación? CONTINUAR LEYENDO...







lunes, 22 de octubre de 2012

La guitarra

(Federico García Lorca)


Empieza el canto
de la guitarra.
Se rompen las copas
de la madrugada.
Empieza el llanto
de la guitarra.
Es inútil callarla,
es imposible callarla.
Llora monótona
como llora el agua,
como llora el viento
sobre la nevada.
Es imposible callarla.
Llora por cosas lejanas.
Arena del sur caliente
que pide camelias blancas.
Llora flecha sin blanco,
la tarde sin mañana,
y el primer pájaro muerto
sobre la rama.
¡Oh,guitarra!
corazón malherido
por cinco espadas.

domingo, 21 de octubre de 2012

¡Qué importante es hablar bien!

(Sandra Milena Peña)

En repetidas ocasiones me ha sucedido que mientras paseo en las mañanas a mi perro, la gente me detiene en la calle para preguntarme de manera impropia, "¿es niño o niña?". Insatisfecha por la incorrecta apreciación, debo siempre contestar, "ni lo uno ni lo otro; es macho". También me ha sucedido que durante esos mismos paseos, aparecen personas encantadas por la belleza de mi mascota y con gran emoción me preguntan, "¿Y qué marca de perro es esa?". Ya sin ánimo de corregir, asumo que entiendo la idea y simplemente les respondo. 


Podría exponer infinidad de ejemplos  en este momento, incluso desde hace un par de años llevo un libro en el que voy anotando año por año las tremendas equivocaciones en los discursos orales de mis amigos y familiares. Algunos lo toman con gracia y se ríen mientras los leemos; otros, ni siquiera saben que hacen parte de tal libro. 

Lo alarmante del caso es que pareciera que la gente no se preocupa ya por ampliar su vocabulario. Se conforman con las 200 palabras de su léxico y pretenden mantener una conversación interesante de cualquier tema. Se emocionan porque medianamente logran completar la mitad de un crucigrama del periódico dominical y en definitiva, no existe curiosidad alguna por aprender más. 

Creo que estas situaciones se deben a la poca motivación por la lectura desde edad temprana, lo que conlleva a que en su adolescencia y vida adulta tampoco lo hagan; por obvias razones, tampoco producirán textos escritos.  Y para dificultar más la situación, tenemos a nuestro alrededor medios masivos que limitan cada vez más el pensamiento crítico y currículos educativos más apretados que no permiten promover acciones al respecto desde el aula. 

Hablar bien siempre será importante. No es exclusivo para quienes dan discursos en público o quieran trabajar en la NASA. Como lo dice Inés Izquierdo Miller,Asesora Lingüista del Diario La Prensa en Nicaragua,  "El lenguaje es la envoltura material del pensamiento y lo que digamos evidenciará siempre nuestra preparación, nuestro dominio del tema, la educación formal recibida. Hablar y escribir bien es nuestra segunda cédula de identidad. Hay que recordar que cuanto mayor sea la perfección en el uso de las palabras, así será de efectiva nuestra comunicación con los interlocutores. Somos seres sociales, necesitamos comunicarnos con nuestros semejantes para manifestar las experiencias vividas, opiniones propias o para transmitir conocimientos sobre hechos, sucesos, situaciones y aprendizajes. De ahí que la expresión oral sea útil para comunicarse mejor. Hablar bien constituye una ventaja, quienes se expresen con mayor claridad y precisión se abrirán camino en la vida con mayor rapidez, porque el arte de hablar es el arte de persuadir."

Tenemos un idioma hermoso. No hay que esperar cada 23 de abril para homenajearlo. Cuidemos de él y démosle un buen uso diariamente. Espero encontrarme más a menudo en mis paseos con personas que diferencian que los perros son de raza y los autos son de marca. 


sábado, 13 de octubre de 2012

¿Qué significa la palabra rabí?

Suele creerse que rabí significa sacerdote. Sin embargo, esta palabra significa docente o maestro y se refiere a aquel cuya función consiste en explicar la religión hebrea. Esta actividad no fue considerada una profesión hasta el siglo XIV. Hasta entonces, los hebreos docentes se ganaban la vida desarrollando algún otro oficio o profesión y explicaban la religión hebrea en las horas libres y gratuitamente. 

En la antigüedad los rabinos provenían de todas las clases sociales. Algunos eran mercaderes, artesanos, otros zapateros. La única cualidad requerida era el conocimiento de los cinco libros de Moisés - llamados la Torá - y por extensión, toda la doctrina hebrea. 



domingo, 7 de octubre de 2012

Toro Bravo y Nube Azul

(Mitología Americana)

Los ancianos sioux aún recuerdan la hermosa historia de amor entre Toro Bravo, un joven cazador ágil y valeroso y Nube Azul, la muchacha más hermosa de su tribu. Ambos se amaban con pasión y deseaban casarse, de modo que fueron a hablar con el anciano más honorable y le pidieron consejo: 
- Ayúdanos a conseguir un talismán que nos mantenga siempre unidos - le pidieron.
- Nube Azul - respondió el anciano dirigiéndose a la mujer - sube a la montaña del norte sola y atrapa vivo con la ayuda de una red el mejor halcón que habite allí. Toro Bravo, sube a la montaña del sur solo con esa red y caza viva el águila más vigorosa de todo el territorio. 

Los dos jóvenes cumplieron con su misión esforzándose al máximo y regresaron con sus presas ante el anciano.
- Ahora atad sus patas con un cordón de cuero y dejadlas volar libremente. 

Así lo hicieron, pero los animales, al verse atados, no podían levantar bien el vuelo y hartas de estorbarse, empezaron a dañarse la una a la otra a picotazos. 

-Esta enseñanza será su talismán - dijo el anciano - Si se atan, aunque sea por amor, terminarán haciéndose daño. Volad juntos, pero jamás atados. 





sábado, 29 de septiembre de 2012

Morgana, la hechicera

(Mitología celta)

La madre del rey Arturo, Ygraíne, tuvo otros hijos, entre ellos a Morgana. Esta mujer aprendió todas las artes de la hechicería, pero era de carácter malvado y cruel y sentía odio verdadero por Arturo, porque envidiaba su poder y se sentía despreciada, ya que ella también era hija de la misma madre y sin embargo no gozaba de tanto prestigio. 

Valiéndose de engaños y malas artes consiguió concebir un hijo de su medio hermano Arturo, pero cuando el rey se enteró, intentó por todos los medios matar al niño, aunque no pudo. Morgana protegió a su hijo, al que llamó Mordred y lo cuidó lejos del castillo. 

Cuando Mordred creció, se presentó en la corte del rey Arturo y se hizo caballero de la Orden de la Mesa Redonda sin que el rey sospechara nada. Así, Mordred intervino en casi todas las intrigas de la corte y aunque nunca fue reconocido com hijo de Arturo ni como sucesor, se atrevió a usurpar el trono de su padre aprovechando el desorden que él mismo había provocado tras el enfrentamiento entre el rey y Lanzarote. Los partidarios de Arturo y los de Mordred iniciaron una guerra en la que finalmente Arturo mató a su hijo, aunque él resultó herido y fue llevado a Avalon, el reino de las hadas, de donde dicen, algún día regresará. 




sábado, 22 de septiembre de 2012

La familia Polillal

(María Elena Walsh)

La polilla come lana
de la noche a la mañana.

Muerde y come, come y muerde
lana roja, lana verde.

Sentadita en el ropero
con su plato y su babero,
come lana de color
con cuchillo y tenedor.

Sus hijitos comilones
tienen cuna de botones.
Su marido don Polillo
balconea en un bolsillo.

De repente se avecina
la señora Naftalina.
Muy oronda la verán,
toda envuelta en celofán.

La familia polillal
la espía por un ojal,
y le apunta con la aguja
a la Naftalina bruja.

Pero don Polillo ordena:
No la maten, me da pena;
vamonos a otros roperos
a llenarlos de agujeros.

Y se van todos de viaje
con muchísimo equipaje:
las hilachas de una blusa
y un paquete de pelusa.






miércoles, 19 de septiembre de 2012

En la fiesta de Martín

(Sandra Milena Peña)


A la fiesta de Martín
todos quieren asistir
llevándose un lindo traje
de brillante casimir.

A la fiesta de Martín
todos llegan muy sonrientes
para probar los buñuelos
con chocolate caliente.

En  la fiesta de Martín
todos bailan en pareja
trompita con trompita,
oreja con oreja.

En la fiesta de Martín
todos rompen la piñata
y reparte los juguetes
al calor de la fogata.

En la fiesta de Martín
tienen globos de colores,
con radiantes cadenetas,
y luces con reflectores.
 
En la fiesta de Martín
las luces van apagando
porque es muy tarde ya,
¡la fiesta se está acabando!

A la fiesta de Martín
volveremos en un año
estaré alistando pronto
mi traje nuevo de paño. 



sábado, 15 de septiembre de 2012

La gallina Turuleca



Yo conozco una vecina 
que ha comprado una gallina 
que parece una sardina enlatada. 

Tiene las patas de alambre 

porque pasa mucha hambre 
y la pobre está todita deplumada. 
Pone huevos en la sala 
y también en la cocina 
pero nunca los pone en el corral. 

La Gallina!! Turuleca!! 

es un caso singular. 
La Gallina!! Turuleca!! 
está loca de verdad. 

La Gallina Turuleca 

ha puesto un huevo, ha puesto dos, ha puesto tres. 
La Gallina Turuleca 
ha puesto cuatro, ha puesto cinco, ha puesto seis. 
La Gallina Turuleca 
ha puesto siete, ha puesto ocho, ha puesto nueve. 
Donde está esa gallinita, 
déjala a la pobrecita, déjala que ponga diez. 


viernes, 14 de septiembre de 2012

El escarabajo trompetista

(Marisa Moreno)


Verdi, el pequeño escarabajo, vivía cerca del huerto de Doña gallina.Siempre estaba solo. Paseaba por el huerto vestido con un chaleco gris y un sombrero negro.

Su casita estaba hecha de cáscara de nuez y al lado de un fuerte abeto que le protegía del viento y la lluvia.Al salir los primeros rayos del sol, abría la ventana y ensayaba con su trompeta.¡Si, era trompetista!.¡Tararí, tarará, tararí¡.Todas las mañanas, entonaba su canción.

Él, quería mucho a su trompeta dorada, ¡Se la había regalado un viejo búho que vivía en el bosque!.Llevaba años practicando y realmente era maravilloso oírle tocar.Sus amigos soportaban sus ensayos con mucha paciencia.Poco a poco la trompeta parecía estar viva, pues sus notas sonaban cada vez mejor.

¡Bailaban en el aire!. ¡Que ritmo¡.Las notas subían hasta las nubes y jugaban con ellas. Sus amigos: la gallina, el saltamontes y el viejo búho, le animaban para que se presentara a un concurso de trompeta que había en el bosque.

Su música llegó a conocerse en otros bosques cercanos.Todos los animalitos venían a oírle tocar.

Llegó el día del concurso, todos sus amigos se pusieron sus mejores ropas. ¡Que guapos estaban¡Algunos animales eran un poco envidiosos y desconfiados . No creían que Verdi fuera tan buen músico.

¿Cómo va a ser buen músico un escarabajo?. –Decían.
¡Es un poco feo y no vive en una casa elegante¡. –Comentaban otros.
Pero cambiaron de opinión enseguida al oírle tocar.

Eran tan hermosas sus melodías que todo el mundo escuchaba con atención. El concurso fue un gran éxito y todos aplaudieron entusiasmados.

Verdi, se hizo muy famoso, pero siguió viviendo en su casita de cáscara de nuez y divirtiéndose con sus amigos.



domingo, 9 de septiembre de 2012

Los trabajos de Cupertina

(María Alicia Esain)




La arañita Cupertina,
muy prolija y hacendosa,
teje y teje muchas telas
delicadas y sedosas.

Las adorna con mosquitos
tan negros como el carbón
y las guarda bien dobladas
en el fondo de un cajón.

Piensa abrir una gran tienda
cuando tenga todo listo
y empleará como cajero
al gusano Juan Calixto.

Le coserá los modelos
la modista Inés Urraca,
que hará preciosos vestidos
para gorditas y flacas.

Y para damas friolentas
que quieran lucir hermosas
venderán gruesos mantones
cubiertos de mariposas.



jueves, 6 de septiembre de 2012

El otro rey



Este hermoso cuento es especial para educar en valores. Narra la historia de un rey que todos los días lo pasaba de mal humor y de otro rey, que por el contrario, era bondadoso.  Una bella historia llena de valores y grandes enseñanzas. 

ESPECIAL PARA MAESTROS Y PADRES: En esta página, encontrarás interesantes actividades relacionadas con este cuento, que podrán aplicarse antes, durante y después del video. 

domingo, 2 de septiembre de 2012

La ratita presumida


(Hans Christian Andersen)

Érase una vez, una ratita que era muy presumida. Un día, la ratita estaba barriendo su casita, cuando de repente en el suelo ve algo que brilla... una moneda de oro. 

La ratita la recogió del suelo y se puso a pensar qué se compraría con la moneda:  "Ya sé, me compraré caramelos... ¡uy no! que me dolerán los dientes. Pues me compraré pasteles... ¡uy no! que me dolerá la barriguita. ¡Ya lo sé! Me compraré un lacito de color rojo para mi rabito."

La ratita se guardó su moneda en el bolsillo y se fue al mercado. Una vez en el mercado le pidió al tendero un trozo de su mejor cinta roja. La compró y volvió a su casita. 

Al día siguiente, cuando la ratita presumida se levantó se puso su lacito en la colita y salió al balcón de su casa. En eso aparece un gallo y le dice: 
- Ratita, ratita, tú que eres tan bonita, ¿te quieres casar conmigo? 
- No sé, no sé, ¿tú por las noches qué ruido haces? - respondió la ratita.
- ¡Quiquiriquí! - canta el gallo fuertemente. 
- ¡Ay no! contigo no me casaré. No me gusta el ruido que haces. 

Se fue el gallo y apareció un perrito muy elegante.
- Ratita, ratita, tú que eres tan bonita, ¿te quieres casar conmigo?
-No sé, no sé, ¿Tú por las noches qué ruido haces? - respondió la ratita.
- ¡Guau guau! - ladró el perro.
-¡Ay no! contigo no me casaré. Ese ruido me asusta. 



Se fue el perro y apareció un cerdito, que le dijo: 
- Ratita, ratita, tú que eres tan bonita, ¿te quieres casar conmigo? 
-No sé, no sé.¿y tú por las noches qué ruido haces? - respondió la ratita
-¡Oink Oink! - gruñó el cerdito
-¡Ay no! contigo no me casaré. Ese ruido es muy ordinario. 

Así pasaron varios pretendientes y a todos, la ratita rechazaba. De pronto, llegó hasta su casa un gato blanco, muy fino y guapo, que sin dudarlo le dice a la ratita: 
- Ratita, ratita, tú que eres tan bonita, ¿te quieres casar conmigo? 
- No sé, no sé, ¿y tú qué ruido haces por las noches? 
- ¡Miauu miauu! - responde el gato con voz suave y dulce.
- ¡oh, contigo sí me casaré!. Tu voz es muy dulce. 

Se celebró la gran boda y a ella asistieron todos los pretendientes que fueron rechazados. Fue una hermosa fiesta muy elegante y a la última moda. 

Ya solos en su casa, la ratita muy enamorada le dice al gato: 
-¡Ay gatito, ¿siempre me vas a querer?
- ¡Verás con este besito, cómo te voy a... comer! - respondió el gato dándole un mordisco que casi mata a la ratita. 

La ratita corrió por las escaleras huyendo del gato, luego de descubrir la maldad y sus reales intenciones. Se dio cuenta que no debió juzgar por las apariencias sino por su interior. 


sábado, 1 de septiembre de 2012

El decimotercer trabajo de Heracles

(Jairo Aníbal NIño)
Texto incluído en "Orfeo y los cosmonautas". 

El héroe Heracles, ante la necesidad de purificarse a causa de unos homicidios que había cometido, acudió al oráculo para que él le dijera lo que tenía que hacer al respecto. El oráculo le respondió que debía ponerse bajo las órdenes del rey Euristeo y a lo largo de doce años, realizar doce grandes trabajos, al cabo de los cuales alcanzaría la inmortalidad. 

Euristeo - aconsejado por la diosa Hera, que aborrecía a Heracles - no le quiso aceptar uno de los trabajos y lo obligó a ejecutar otro, que resultó ser el más arriesgado y espantoso de todos los que había emprendido. 

Consistía en atravesar el más terrible e inhóspito desierto del mundo. 

Hera tuvo bajo su divinal mirada todos los ámbitos áridos de la creación, pero ninguno estuvo a la altura de su encono. Ella buscaba un desierto infernal, una inmensidad de agresiva arena, sin la menor posibilidad de un oasis, o el resguardo de unas rocas, o la presencia de una colina desde la cual se pudiera localizar alguna de las estrellas que guían a los caminantes. 

De pronto la diosa percibió el más horroroso de los desiertos. Entonces convirtió a Heracles en un ser diminuto y delicadamente lo colocó en el borde. 

Cierto tiempo después, la aguda mirada del albañil descubrió unas huellas que cruzaban de lado a lado el cubo de arena.