domingo, 16 de agosto de 2009

No es que sea malo pedir, pero...

La leyenda del Rey Midas es una historia clásica que desde pequeños nos cuentan con el fin de recordarnos lo que puede suceder si no reconocemos la felicidad que se nos ha otrogado. La codicia del rey, su afán por poseer más fortuna y su ambición exagerada nos invita a reflexionar sobre las consecuencias desalentadoras a causa de lo que deseamos. No es que sea malo pedir, pero nos recuerda que las palabras tienen poder.

La historia aún tiene vigencia, ¡cuántos materialistas de hoy podrían aprender del rey! Desafortunadamente, muchos no son adeptos a las metáforas y no alcanzan a comprender que entre más tienen, más quieren.

Buscando en la web, encontré varias versiones del Rey Midas. Aunque hay variaciones en las situaciones de los relatos según las culturas y regiones de donde provienen, al final la consecuencia es la misma y la moraleja puede ser interpretada de forma similar. Juzguen ustedes.




Y aquí un corto de la versión de Walt Disney:



3 comentarios:

  1. yo me sabia una donde a la jhija de midas la convierten en oro tambien y ahi es donde se da cuenta de su avaricia

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  2. si, algo asi escuche yo. muy bueno el video de disney. el avariento aprende a la fuerza cuando se da cuenta que es malo no conformarse con lo que Dios nos dio.toca aprender de midas.

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  3. me quedo con la version de nathaniel hawthorne

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