martes, 27 de julio de 2010

El viento y el sol

La fábula de Esopo El Viento y el Sol nos deja una gran enseñanza. Lee la historia y luego obsérvala en video:

EL VIENTO Y EL SOL

A buena altura sobre el bosque y ocultos detrás de la densa pantalla de las nubes, el sol y el viento seguían su discusión, que sostenían desde tiempo inmemorial, sobre cuál de ambos era más fuerte.


-¡Claro que lo soy yo! -insistió el sol-. Mis rayos son tan poderosos que puedo chamuscar la Tierra hasta reducirla a negra yesca reseca.
-Sí, pero yo puedo inflar mis mejillas y soplar hasta que se derrumben las montañas, se astillen las casas convirtiéndose en leña y se desarraiguen los grandes árboles del bosque.
-Pero yo puedo incendiar los bosques con el calor de mis rayos -dijo el sol. -y yo, hacer girar la vieja bola de la Tierra con un solo soplo -insistió el viento.

Mientras estaban sentados disputando detrás de la nube, y cada uno de ellos profería sus jactancias, salió del bosque un granjero. Vestía un grueso abrigo de lana y tenía calado sobre las orejas un sombrero.

-¡Te diré lo que vamos a hacer! -dijo el sol-. El que pueda. de nosotros dos. arrancarle el abrigo de la espalda al granjera, habrá probado ser el más fuerte. -¡Espléndido! -bramó el viento y tomó aliento e hinchó las mejillas como si fueran dos globos.

Luego, sopló con fuerza... y sopló... y sopló. Los árboles del bosque se balancearon. Hasta el gran olmo se inclinó ante el viento. cuando éste lo golpeó sin piedad. El mar formó grandes crestas en sus ondas, y los animales del bosque se ocultaron de la terrible borrasca.

El granjero se levantó el cuello del abrigo, se lo ajustó más y siguió avanzando trabajosamente. Sin aliento ya, el viento se rindió. desencantado. Luego, el sol asomó por detrás de la nube. Cuando vio la castigada tierra, navegó por el cielo y miró con rostro cordial y sonriente al bosque que estaba allá abajo. Hubo una gran serenidad. y todos los animales salieron de sus escondites. La tortuga se arrastró sobre la roca que quemaba, y las ovejas se acurrucaron en la tierna hierba.

El granjero alzó los ojos, vio el sonriente rostro del sol y, con un suspiro de alivio, se quitó el abrigo y siguió andando ágilmente.
-Ya lo ves -dijo el sol al viento- A veces, quien vence es la dulzura.



4 comentarios:

  1. que nunca se le debe hacr daño a las personas.
    y que el sol lo que hizo fue calentarlo para que le diera calor y es quitara la chaqueta y la nube le hizo que sepegara duro.

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  2. profe este mensaje de atras es de maria gabriela rodriguez serrano 2b
    que nunca se le debe hacer daño a las personas
    y que el sollo que hiso fue calentarlo para que le diera calor y se quitara la chaqueta y la nube hizo que se pegara duro

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  3. OK.. ;)Gracias por opinar

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  4. profe el viento y el sol me dejó de enseñanza que es mucho mejor una suave persuación que un acto de violencia.

    Nicolle Dayana Becerra
    Grado: 2B

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