La palabra hada deriva del latín "fata"(destino). El mismo origen tiene los términos ingleses fey y fairy, que designan a estos seres.
Todos tenemos una idea de las hadas como mujeres bellísimas y diminutas, con alas y con apariencia angelical. Pero hay muchos tipos de hadas y las de los celtas eran sorprendentes. Por lo general, las hadas eran seres voladores con apariencia frágil y etérea, como si un soplo de aire pudiera hacerlas caer. Resultaban tremendamente encantadoras, con sus largos y suaves cabellos, sus voces puras y sus ojos profundos y claros. Podían ir desnudas o llevar túnicas muy ligeras y se alimentaban del néctar y el aroma de las flores, de las fresas silvestres y de miel.
Siendo tan maravillosas, era habitual que los hombres cayeran enamorados de ellas y así, las hadas que pertenecían al grupo de seres malévolos y dañinos, los seducían para hacerles sus esclavos. Algunas eran tan terribles que robaban a los niños de los brazos de sus madres... Pero también había hadas buenas, sobre todo las que vivían en el agua, las ninfas de los manantiales, las ondinas de los lagos, las sirenas y nereidas del mar o las hadas-foca de las leyendas. ¿Te gustaría saber dónde encontrar el reino de las hadas? Estaba en la Isla de Avalon, donde llegó herido el rey Arturo para que las hadas lo curaran con su magia.
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