sábado, 29 de septiembre de 2012

Morgana, la hechicera

(Mitología celta)

La madre del rey Arturo, Ygraíne, tuvo otros hijos, entre ellos a Morgana. Esta mujer aprendió todas las artes de la hechicería, pero era de carácter malvado y cruel y sentía odio verdadero por Arturo, porque envidiaba su poder y se sentía despreciada, ya que ella también era hija de la misma madre y sin embargo no gozaba de tanto prestigio. 

Valiéndose de engaños y malas artes consiguió concebir un hijo de su medio hermano Arturo, pero cuando el rey se enteró, intentó por todos los medios matar al niño, aunque no pudo. Morgana protegió a su hijo, al que llamó Mordred y lo cuidó lejos del castillo. 

Cuando Mordred creció, se presentó en la corte del rey Arturo y se hizo caballero de la Orden de la Mesa Redonda sin que el rey sospechara nada. Así, Mordred intervino en casi todas las intrigas de la corte y aunque nunca fue reconocido com hijo de Arturo ni como sucesor, se atrevió a usurpar el trono de su padre aprovechando el desorden que él mismo había provocado tras el enfrentamiento entre el rey y Lanzarote. Los partidarios de Arturo y los de Mordred iniciaron una guerra en la que finalmente Arturo mató a su hijo, aunque él resultó herido y fue llevado a Avalon, el reino de las hadas, de donde dicen, algún día regresará. 




sábado, 22 de septiembre de 2012

La familia Polillal

(María Elena Walsh)

La polilla come lana
de la noche a la mañana.

Muerde y come, come y muerde
lana roja, lana verde.

Sentadita en el ropero
con su plato y su babero,
come lana de color
con cuchillo y tenedor.

Sus hijitos comilones
tienen cuna de botones.
Su marido don Polillo
balconea en un bolsillo.

De repente se avecina
la señora Naftalina.
Muy oronda la verán,
toda envuelta en celofán.

La familia polillal
la espía por un ojal,
y le apunta con la aguja
a la Naftalina bruja.

Pero don Polillo ordena:
No la maten, me da pena;
vamonos a otros roperos
a llenarlos de agujeros.

Y se van todos de viaje
con muchísimo equipaje:
las hilachas de una blusa
y un paquete de pelusa.






miércoles, 19 de septiembre de 2012

En la fiesta de Martín

(Sandra Milena Peña)


A la fiesta de Martín
todos quieren asistir
llevándose un lindo traje
de brillante casimir.

A la fiesta de Martín
todos llegan muy sonrientes
para probar los buñuelos
con chocolate caliente.

En  la fiesta de Martín
todos bailan en pareja
trompita con trompita,
oreja con oreja.

En la fiesta de Martín
todos rompen la piñata
y reparte los juguetes
al calor de la fogata.

En la fiesta de Martín
tienen globos de colores,
con radiantes cadenetas,
y luces con reflectores.
 
En la fiesta de Martín
las luces van apagando
porque es muy tarde ya,
¡la fiesta se está acabando!

A la fiesta de Martín
volveremos en un año
estaré alistando pronto
mi traje nuevo de paño. 



sábado, 15 de septiembre de 2012

La gallina Turuleca



Yo conozco una vecina 
que ha comprado una gallina 
que parece una sardina enlatada. 

Tiene las patas de alambre 

porque pasa mucha hambre 
y la pobre está todita deplumada. 
Pone huevos en la sala 
y también en la cocina 
pero nunca los pone en el corral. 

La Gallina!! Turuleca!! 

es un caso singular. 
La Gallina!! Turuleca!! 
está loca de verdad. 

La Gallina Turuleca 

ha puesto un huevo, ha puesto dos, ha puesto tres. 
La Gallina Turuleca 
ha puesto cuatro, ha puesto cinco, ha puesto seis. 
La Gallina Turuleca 
ha puesto siete, ha puesto ocho, ha puesto nueve. 
Donde está esa gallinita, 
déjala a la pobrecita, déjala que ponga diez. 


viernes, 14 de septiembre de 2012

El escarabajo trompetista

(Marisa Moreno)


Verdi, el pequeño escarabajo, vivía cerca del huerto de Doña gallina.Siempre estaba solo. Paseaba por el huerto vestido con un chaleco gris y un sombrero negro.

Su casita estaba hecha de cáscara de nuez y al lado de un fuerte abeto que le protegía del viento y la lluvia.Al salir los primeros rayos del sol, abría la ventana y ensayaba con su trompeta.¡Si, era trompetista!.¡Tararí, tarará, tararí¡.Todas las mañanas, entonaba su canción.

Él, quería mucho a su trompeta dorada, ¡Se la había regalado un viejo búho que vivía en el bosque!.Llevaba años practicando y realmente era maravilloso oírle tocar.Sus amigos soportaban sus ensayos con mucha paciencia.Poco a poco la trompeta parecía estar viva, pues sus notas sonaban cada vez mejor.

¡Bailaban en el aire!. ¡Que ritmo¡.Las notas subían hasta las nubes y jugaban con ellas. Sus amigos: la gallina, el saltamontes y el viejo búho, le animaban para que se presentara a un concurso de trompeta que había en el bosque.

Su música llegó a conocerse en otros bosques cercanos.Todos los animalitos venían a oírle tocar.

Llegó el día del concurso, todos sus amigos se pusieron sus mejores ropas. ¡Que guapos estaban¡Algunos animales eran un poco envidiosos y desconfiados . No creían que Verdi fuera tan buen músico.

¿Cómo va a ser buen músico un escarabajo?. –Decían.
¡Es un poco feo y no vive en una casa elegante¡. –Comentaban otros.
Pero cambiaron de opinión enseguida al oírle tocar.

Eran tan hermosas sus melodías que todo el mundo escuchaba con atención. El concurso fue un gran éxito y todos aplaudieron entusiasmados.

Verdi, se hizo muy famoso, pero siguió viviendo en su casita de cáscara de nuez y divirtiéndose con sus amigos.



domingo, 9 de septiembre de 2012

Los trabajos de Cupertina

(María Alicia Esain)




La arañita Cupertina,
muy prolija y hacendosa,
teje y teje muchas telas
delicadas y sedosas.

Las adorna con mosquitos
tan negros como el carbón
y las guarda bien dobladas
en el fondo de un cajón.

Piensa abrir una gran tienda
cuando tenga todo listo
y empleará como cajero
al gusano Juan Calixto.

Le coserá los modelos
la modista Inés Urraca,
que hará preciosos vestidos
para gorditas y flacas.

Y para damas friolentas
que quieran lucir hermosas
venderán gruesos mantones
cubiertos de mariposas.



jueves, 6 de septiembre de 2012

El otro rey



Este hermoso cuento es especial para educar en valores. Narra la historia de un rey que todos los días lo pasaba de mal humor y de otro rey, que por el contrario, era bondadoso.  Una bella historia llena de valores y grandes enseñanzas. 

ESPECIAL PARA MAESTROS Y PADRES: En esta página, encontrarás interesantes actividades relacionadas con este cuento, que podrán aplicarse antes, durante y después del video. 

domingo, 2 de septiembre de 2012

La ratita presumida


(Hans Christian Andersen)

Érase una vez, una ratita que era muy presumida. Un día, la ratita estaba barriendo su casita, cuando de repente en el suelo ve algo que brilla... una moneda de oro. 

La ratita la recogió del suelo y se puso a pensar qué se compraría con la moneda:  "Ya sé, me compraré caramelos... ¡uy no! que me dolerán los dientes. Pues me compraré pasteles... ¡uy no! que me dolerá la barriguita. ¡Ya lo sé! Me compraré un lacito de color rojo para mi rabito."

La ratita se guardó su moneda en el bolsillo y se fue al mercado. Una vez en el mercado le pidió al tendero un trozo de su mejor cinta roja. La compró y volvió a su casita. 

Al día siguiente, cuando la ratita presumida se levantó se puso su lacito en la colita y salió al balcón de su casa. En eso aparece un gallo y le dice: 
- Ratita, ratita, tú que eres tan bonita, ¿te quieres casar conmigo? 
- No sé, no sé, ¿tú por las noches qué ruido haces? - respondió la ratita.
- ¡Quiquiriquí! - canta el gallo fuertemente. 
- ¡Ay no! contigo no me casaré. No me gusta el ruido que haces. 

Se fue el gallo y apareció un perrito muy elegante.
- Ratita, ratita, tú que eres tan bonita, ¿te quieres casar conmigo?
-No sé, no sé, ¿Tú por las noches qué ruido haces? - respondió la ratita.
- ¡Guau guau! - ladró el perro.
-¡Ay no! contigo no me casaré. Ese ruido me asusta. 



Se fue el perro y apareció un cerdito, que le dijo: 
- Ratita, ratita, tú que eres tan bonita, ¿te quieres casar conmigo? 
-No sé, no sé.¿y tú por las noches qué ruido haces? - respondió la ratita
-¡Oink Oink! - gruñó el cerdito
-¡Ay no! contigo no me casaré. Ese ruido es muy ordinario. 

Así pasaron varios pretendientes y a todos, la ratita rechazaba. De pronto, llegó hasta su casa un gato blanco, muy fino y guapo, que sin dudarlo le dice a la ratita: 
- Ratita, ratita, tú que eres tan bonita, ¿te quieres casar conmigo? 
- No sé, no sé, ¿y tú qué ruido haces por las noches? 
- ¡Miauu miauu! - responde el gato con voz suave y dulce.
- ¡oh, contigo sí me casaré!. Tu voz es muy dulce. 

Se celebró la gran boda y a ella asistieron todos los pretendientes que fueron rechazados. Fue una hermosa fiesta muy elegante y a la última moda. 

Ya solos en su casa, la ratita muy enamorada le dice al gato: 
-¡Ay gatito, ¿siempre me vas a querer?
- ¡Verás con este besito, cómo te voy a... comer! - respondió el gato dándole un mordisco que casi mata a la ratita. 

La ratita corrió por las escaleras huyendo del gato, luego de descubrir la maldad y sus reales intenciones. Se dio cuenta que no debió juzgar por las apariencias sino por su interior. 


sábado, 1 de septiembre de 2012

El decimotercer trabajo de Heracles

(Jairo Aníbal NIño)
Texto incluído en "Orfeo y los cosmonautas". 

El héroe Heracles, ante la necesidad de purificarse a causa de unos homicidios que había cometido, acudió al oráculo para que él le dijera lo que tenía que hacer al respecto. El oráculo le respondió que debía ponerse bajo las órdenes del rey Euristeo y a lo largo de doce años, realizar doce grandes trabajos, al cabo de los cuales alcanzaría la inmortalidad. 

Euristeo - aconsejado por la diosa Hera, que aborrecía a Heracles - no le quiso aceptar uno de los trabajos y lo obligó a ejecutar otro, que resultó ser el más arriesgado y espantoso de todos los que había emprendido. 

Consistía en atravesar el más terrible e inhóspito desierto del mundo. 

Hera tuvo bajo su divinal mirada todos los ámbitos áridos de la creación, pero ninguno estuvo a la altura de su encono. Ella buscaba un desierto infernal, una inmensidad de agresiva arena, sin la menor posibilidad de un oasis, o el resguardo de unas rocas, o la presencia de una colina desde la cual se pudiera localizar alguna de las estrellas que guían a los caminantes. 

De pronto la diosa percibió el más horroroso de los desiertos. Entonces convirtió a Heracles en un ser diminuto y delicadamente lo colocó en el borde. 

Cierto tiempo después, la aguda mirada del albañil descubrió unas huellas que cruzaban de lado a lado el cubo de arena.