La leyenda de Francisco el hombre, se relaciona con el origen del vallenato, siendo Francisco el primer juglar de la historia colombiana y con ello el fundador de un arte.
Cuenta la leyenda que, después de una larga noche de parranda, un hombre sale de regreso a su pueblo; decidió sacar su acordeón y sobre su burro, como era usual en aquella época, comenzó a interpretar sus melodías. De repente, en medio de la oscuridad, comenzaron a sonar melodías de otro juglar que desafiante trataba de superarlo. Francisco se dirigió al lugar donde provenían las melodías y para su sorpresa, se dio cuenta que quien las tocaba era el diablo, que se encontraba sentado sobre las raíces de un gran árbol. Satanás siguió tocando unas extrañas notas tan poderosas y bellas a la vez, que hicieron apagar la luna y todas las estrellas. Solo se veían los resplandecientes ojos de aquel demonio, en la inmensidad de la noche.
Dicen que Francisco tenía gran habilidad con el acordeón y con gran inspiración comenzó a hacer melodías hermosas que hicieron que de nuevo la luna y la estrellas iluminaran la noche. Ahí comenzó un duelo de casi dos horas entre Francisco y el diablo, en donde el uno le respondía al otro con una melodía cada vez más bella. Entonces, Francisco miró al cielo y comenzó a rezar el credo al revés; de pronto el demonio dio un terrible alarido de derrota y se desapareció para siempre entre las montañas. Cuentan que cuando el diablo se esfumó, se fueron también las pestes y la maldad en la región y, a partir de ese momento, reinó un espíritu de paz y armonía que permitió el surgimiento de nuevos ritmos como la puya, el merengue, el son y el paseo.
Uno de los posibles "Francisco, el hombre", es el guajiro Francisco Moscote, un nombre mencionado en la novela de Gabriel García Márquez "Cien años de soledad" como "un anciano trotamundos de casi doscientos años que pasaba con frecuencia por Macondo divulgando las canciones compuestas por él mismo". Pero también cuentan que "Francisco, el hombre" es en realidad Francisco Rada, quien aprendió a tocar el acordeón desde muy pequeño y fue el creador de uno de los aires del vallenato. En la película "El acordeón del diablo" se hace mención a Rada.
gracias
ResponderEliminarbueno l leyenda buena
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